miércoles, 29 de junio de 2011

EL LLANTO DE LA GÜAGÜA

Autora: María Alejandra Panguilef Gutiérrez
Escuela: G-781 Huife Alto
Curso: 4 Año Básico


                                    Había una vez, un joven muy flaco, alto, de pelo negro, y de ojos azulados.  Un  día iba caminando por un sendero y de repente escuchó el llanto de un bebé entremedio de unas ramas, el hombre se introdujo dentro de los arbustos y vio un bebé,  lo tomó en brazos y el niño sonrió y mostró sus dientes los que eran de puro oro, el bebé tenía una cara malévola, por lo que el joven pensó que era el hijo del mismísimo diablo; el hombre soltó al niño y salió corriendo.

                                     Después de mucho tiempo, el hombre escuchaba llantos en todas partes, pasó mucho tiempo en esas condiciones, pero, no lo pudo soportar, llegando a un estado de locura, la que lo llevó a suicidarse.  Después de tres días encontraron el cuerpo del varón colgado en un árbol y lo sepultaron.

                                   Cuando uno a veces va solo caminando por una senda, aún  se siente el llanto niño. ¡Váyase de ahí, o si no, escuchará llanto de güagüas por todas partes e inevitablemente enloquecerá!.










 



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