Autor. Sheryi Painenahuel Pereira
Escuela: G-790 Carileufu
Curso: 6to. Año
Esta historia me la contó mi abuelo, que falleció hace un tiempo atrás. Él me decía que en aquella época cuando era joven, en el sector de Caburgua, habían muchas mujeres embarazadas, todas tenían sus hijos grandes y sanos, pero había una mujer cuyo bebé había nacido muerto. Ella no quiso enterrar a su bebé, porque decía que estaba aún vivo. Entonces una noche extraña, el cuerpo de este niño, que todavía estaba en la casa de su madre, cobró vida y los vecinos se asustaron cuando supieron esto y decidieron matarlo, pero el padre del bebé decidió encerrarlo en una caja de madera para que no creciera.
Desde entonces la gente murmura que este niño aparece algunas noches para asustar a los vecinos del sector. Se cuenta también que él conserva la figura de un niño pequeño, pero con un aspecto horrible y extraño, pues en su cabeza parece tener una vela encendida.
Cuando las personas caminan de noche por el lugar y escuchan el llanto de una güagüa, que se acerca y se aleja y observan una lucecita desde el bosque, es porque este ser anda cerca y deben correr rápidamente y refugiarse en sus casas.
Por eso cuando una mujer del sector está embarazada siempre teme ser atormentada y embrujada por el Chimallén.
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